El Consejo Distrital rechaza el Plan de Urbanización para Dahmash: Otro ejemplo de colonialismo interno
El mensaje de las autoridades del Estado de Israel a sus ciudadanos árabes: no planifiquen. El bulldozer dará todas las respuestas. Es el mensaje que sale hoy, el 5 de julio de 2010, del Consejo Distrital de Planificación y Construcción que discutió el detallado Plan de Urbanización presentado por los habitantes de Dahmash.
Dahmash es un pequeño poblado entre las ciudades de Lod y Ramle que a pesar de existir ya varias décadas y a pesar de que está construido sobre los terrenos de propiedad privada de las familias que lo habitan no está legalmente reconocido por las autoridades del estado. Durante décadas se mantuvo una situación de lejanía entre Dahmash y las autoridades municipales: éstas no reclamaban impuestos municipales ni se interesaban por lo que sucedía en la localidad vecina y por otro lado los habitantes no recibían servicios de infraestructura (limpieza, saneamiento, asfalto, iluminación), ni de limpieza, ni otros servicios sociales municipales. La educación la obtenían de Ramle anotando allí a sus hijos pero pagando de su bolsillo el transporte de todos los días.
Sin reconocimiento y sin interés por parte del estado la población fue construyendo sus viviendas, creándose una vida "normal" a pesar de las adversidades, claro que sin autorizaciones más que la que otorga la satisfacción de las necesidades básicas de todo ser humano que necesita techo y un hogar para su familia.
En los últimos años creció el interés de las autoridades por lo que sucede en Dahmash. Las tierras en el centro del país son muy cotizadas, en la zonas cercanas se fue edificando y la distancia entre el pueblito "no-reconocido" legalmente y las ciudades cercanas se fueron achicando. Las autoridades impartieron órdenes de demolición contra 13 de las viviendas construidas "sin permiso". Los habitantes recurrieron a asesoría legal e iniciaron una carrera por legalizar la situación de sus viviendas. Se organizaron, crearon un comité local, acudieron a profesionales de la planificación, se prepararon planes, se hicieron protestas pacíficas y actividades culturales. Un juzgado dio prórroga hasta el presente 14 de julio hasta que las órdenes de demolición emitidas entre en efecto. Todo estaba listo para la reunión de hoy del Consejo Distrital. Si aceptaba el Plan o si emitía una resolución comprometiéndose a estudiarlo en serio se abría el camino de la legalización para decenas de familias en Dahmash y se postergarían hasta caducar las órdenes de demolición.
Decenas de activistas acompañaron hoy a los habitantes de Dahmash en una protesta silenciosa al lado de los edificios gubernamentales en Ramle, en horas que se reunía el Consejo Distrital a considerar el Plan de los pobladores. El meticuloso Plan fue preparado con la asistencia del Centro de Planificación Alternativa tras un relevamiento de datos y posibilidades. El fundador del Centro, el diputado de Hadash (Frente Democrático por la Paz e Igualdad) Hanna Sweid vino hoy a la protesta silenciosa. El diputado de la Lista Árabe Unida Ibrahim Sarsur vino también a apoyar a los habitantes.
Como desde el punto de vista de las oficinas del gobierno Dahmash no existe y no hay datos estadísticos sobre sus habitantes, los prfesionales del Centro de Planificación Alternativa pasaron casa por casa para recolectar los datos y presentarlos. Las necesidades existen y la solución está al alcance de la mano: reconocer legalmente al poblado. La construcción ilegal, explicaron los habitantes, no es un hobby; nace de la necesidad, y la necesidad – en Dahmash, como en otros lugares – se puede resolver con reconocimiento. Ellos mismos ya tomaron la iniciativa e hicieron el primer paso, juntando esfuerzos y recursos para hacer ellos lo que las autoridades debían haber hecho hace rato: planificar. Ahora le toca a las autoridades.
Y así estaban sentados hoy en el juzgado pobladores, activistas, profesionales que los apoyan – y los miembros del Consejo Distrital de Planificación y Construcción. Al lado mismo de uno de los pobladores amenazados por una orden de demolición se sentaron también representantes de la Unidad Nacional de Inspección a la Construcción. En otras palabras, la autoridad que vigila y registra, toma fotografías y destruye.
Atendió el Consejo los planteos de los pobladores?
El asunto de los pobladores fue presentado por la arquitecta y planificadora urbana Anaia Bana-Jerais, jefa del equipo profesional del Centro Árabe de Planificación Alternativa. Ella destacó que no se trata de una mera decisión rutinaria de habilitar o asfaltar un camino o otorgar permiso de extender la construcción sino un asunto de principio: 600 personas, 90 familias. Según el Plan Urbanizador Nacional (TMA 35), la zona entera está planificada para ser urbana. Toda la tierra está en propiedad privada de los pobladores (menos una parte muy pequeña del plan) y no hay limitaciones relacionadas al medio ambiente. Resultó que entre los miembros del Consejo no fue repartido con antelación el detallado cense que realizó el Centro Alternativo.
Arafat Ismail el presidente del Comité Local de Dahmash, portando como de costumbre numerosos documentos se levantó a hablar. Abrió sus palabras con una cita de las conclusiones de la Comisión Or. Aquella comisión creada tras los sucesos violentos de octubre de 2000 dijo "que los sucesos fueron producto de causas profundas, que crearon una situación explosiva en el público árabe de Israel. El estado y sus sucesivos gobiernos fracasaron al no afrontar con profundidad y amplitud los difíciles problemas que crea la existencia de una minoría grande de árabes en el estado judío. El tratamiento gubernamental en el sector árabe se caracteriza por descuido y discriminación. Las autoridades no muestran suficiente consideración hacia las necesidades del sector árabe, y no actuaron para otorgar los recursos del estado de una forma igualitaria hacia ese sector." También cita del informe de la Asociación de Derechos Cívicos que destaca la discriminación de los ciudadanos árabes en la planificación y la vivienda.
Para qué hablar de la historia?
No era eso lo que querían oír en el Consejo Distrital. Para qué hablar de la historia? Para qué empezar desde el comienzo? Hay que empezar desde el presente. Nuestra decisión es de mera planificación dijo el presidente del Consejo.
Así es el diálogo habitual entre judíos y árabes en Israel. Típicamente los árabes quieren comenzar de la cuestión cómo se creó la situación actual. Cómo desaparecieron sus tierras? Cómo es que sus localidades no tienen un Plan de Urbanización? Qué tiene que ver la confiscación de tierras con el déficit presupuestario en las municipalidades árabes?
Las autoridades en cambio prefieren empezar a ahblar siempre desde el presente, como si no hubo ayer. Todo es historia pasada, todo es lejano – dicen, hablen sobre ahora. Una nueva hoja. Como si el ahora no fuera resultado del ayer, como si se pudiera corregir – aunque sea parcialmente – la discriminación y la desigualdad ignorando sus causas, la expropiación y la opresión. Todo quien haya leído el protocolo del encuentro entre Golda Meir y los Panteras Negras en 1971, conoce muy bien la actitud: déjenos con lo que ya pasó.
Arafat Ismail intentó de otra manera: habló de las necesidades largamente postergadas. No queremos construir sin permisos, dijo. Somos ciudadanos del estado de Israel; queremos un techo. Me dicen que me vaya a otro lugar. Porqué que me vaya? Es mi casa!
No sólo discriminación – hay también intereses inmobiliarios
Aludió a las presiones para que abandonen el lugar. Tienen causas. Recordó que muy cerca de Dahmash está por construirse un barrio entero – el barrio Macabi – que recibió la aprobación del mismo Consejo de Planificación. Incluirá 888 viviendas, nada menos. La construcción de este enorme barrio, que implicará enormes ganancias a la empresa constructora, así creen en Dahmash, es el verdadero motivo para intentar evacuarlos. Un insistente rumor que tiene raíces en la realidad israelí, dice que la presencia de vecinos árabes baja la cotización de viviendas en proyectos inmobiliarios.
El abogado Keis Nasser, que representa al comité de Dahmash, completó sus argumentos. Recordó el veredicto de la jueza Sara Dotan que a comienzos de 2007 reconoció las necesidades de los pobladores y recomendó tomar en serio sus solicitudes. De mientras pasaron tres años y los pobladores se encuentran en una trampa burocrática – es el primer debate sobre el Plan que presentaron hace meses, y por otro lado – hay una amenaza inmediata de reanudar las órdenes de demolición, ignorando sus esfuerzos por legalizar su situación. El presidente del Consejo insistió en un solo punto: que no hubo demora alguna en la consideración del Plan por parte del Consejo.
El diputado Sarsur habló corto y claro. Presentó la iniciativa del Supremo Comité de la Población Árabe (Vaadat ha-Maakav) para solucionar el problema de las demoliciones. Tres elementos en la iniciativa: congelamiento total de las demoliciones; compromiso de las municipalidades árabes evitar nuevas construcciones durante el proceso e iniciación de un período de dos años hasta la aprobación de planes de urbanización para toda la población árabe. Aquí tienen, dijo, sobre la base de esta iniciativa – en sus manos tienen la posibilidad de aplicar el modelo, y solucionar el problema de personas que arrastran postergaciones de muchos años.
Cómo es que no existe?
Atendieron en el Consejo a los pobladores? Consideraron la profunda labor realizada? Respetaron el intento de los ciudadanos por planificar allí donde las autoridades ignoraron, discriminaron, destruyeron?
Alrededor de la mesa estaban sentados los delegados del Consejo. Algunos escribían y enviaban mensajes por SMS en sus celulares, otros miraban el techo, algunos intercambiaban palabras en los oídos mientras el abogado Nasser hablaba. Hubieron también algunos rostros enojados, comentarios bajo de desprecio. Y también hubieron algunos delegados que expresaron voluntad para solucionar el problema, que sabían, por ejemplo, que hace poco se logró solucionar el asunto de los habitantes de Arab A-Naim en el norte y de Abu-Sneina al lado de Kfar Sava.
Pero, también estaba claro, que muchos no lograban entender de qué se trataba. Tiene número ese poblado, preguntó uno de los delegados. Acuden los niños a la escuela? Dónde están inscritos? Y otros insistían en no entender: es un poblado nuevo? Puede ser que exista un poblado así, y si existe – cómo es que no existe? No es difícil adivinar, que ningún miembro del Consejo residió en una localidad no-reconocida…
Los pobladores y los activistas que los apoyan salieron de la reunión con la sensación que la seria labor realizada impresionaría a los miembros del Consejo. Que tal vez no acepten todos los elementos del Plan presentado, sino pedirán correcciones, aclaraciones, pero no es posible, así pensaban muchos, que ignoren el plan completamente, que lo rechacen entero. Y el Consejo lo rechazó.
Ese es el mensaje del estado de Israel a su población árabe: no planifiquen. No lo intenten. No hablen con nosotros de historia pasada, de necesidad o justicia. Tenemos otra respuesta: el bulldozer. El Consejo dejó bien claro que su decisión no impide demoliciones de viviendas en Dahmash, que la decisión al respecto pasa a manos del ministro del Interior.
Ahora es nuestro turno!
Ahora es nuestro turno, el turno de ciudadanos y ciudadanas que le importa la justicia. Iremos a Dahmash a apoyar a los pobladores. Manifestaremos junto a ellos el 13 de julio, el próximo martes. Tenemos buenas razones. Porque el asunto de Dahmash es un asunto de principios y ellos no están sólo en su problema: piensen en otros barrios pobres, piensen en el sistema de evacuación-construcción y sus injusticias, piensen en el proceso de expropiación de los árabes en Ajami (Jaffa), los habitantes judíos de orígen yemenita en Kfar Shalem, los árabes de Wadi Ara o del Negev. En estos precisos días recibieron los pobladores beduinos de Al-Arakiv órdenes de evacuación. Todos ellos. No estaremos a su lado?
El primer paso, ahora, es defender a Dahmash. La manifestación contra las demoliciones, por el reconocimiento y la dignidad será el próximo martes, 13 de julio. La manifestación se iniciará al lado del juzgado de Ramle a las 18:00 y de allí saldrá en procesión a Dahmash. Vengan con nosotros!